Ha transcurrido casi medio 2020 y, como
se nota, no hemos actualizado tal solemos hacerlo nuestro blog. Con
convocatorias a nuestros talleres (como teníamos pensado) o a integrar nuestra
compañía (participar de sus producciones, como teníamos pensado) o, cuando
menos, a avizorar nuevos espectáculos en el Joaquín y/o en el Acosta, y ni
hablar del merecido festejo por los 25 años que nos estaríamos debiendo.
La humanidad se ha detenido. El teatro, como otros tantos frentes, paga las consecuencias.
Lo mismo la educación. Lo único que se vuelve imprescindible (eso está
descontado) es SALVAR VIDAS (los países que han puesto su mira en otro lado
pagan las consecuencias minuto a minuto, o peor, sus ciudadanos las pagan).
Pero el elenco de TeTeBA que ha venido trabajando últimamente no se ha quedado
quieto. Junto a Diego Solari conducimos los encuentros virtuales, plagados de
alternativas, de esmeros, de intentonas pese a todo, de esperanzas (vale la
pena citar el último texto de nuestra última función, expresado admirablemente
por Adrián Porra: "...la esperanza
es la gran madre, la tierra prometida, la patria protectora, el amigo fiel, la
belleza inigualable, el ramo primaveral, la estela fugaz. La esperanza es el
gran invento de la poesía, y lo increíble, lo sensacionalmente humano, es que
la poesía inventó la esperanza negándola, sí, negando que haya algo digno de
esperarse, o es o no es, nunca va a ser…").
Y avanzamos sobre la idea del festejo, que no será en fecha exacta, claro (30
de junio), pero que albergamos el entusiasmo pueda acontecer en la 2da. parte
del año. Y consistirá en una especie de inauguración de género, además: algo
así como 'radioteatro de imagen'. Para ello hemos seleccionado momentos de nuestros
últimos once montajes (los que además cuentan con una interesante calidad
fílmica, merced generalmente a los aportes invalorables de Fernando de Blas), y
durante su proyección los roles expuestos serán interpretados en vivo, desde
una mesa de acciones, por los actores tetebanos, quienes además apoyarán con
sonidos y ambientes, a la vez que se podrán escuchar los momentos de las Bandas
Sonoras originales sonando a los efectos.
Solamente imaginarlo nos llena de bríos, nos permite un intercambio que, a
estas alturas, me parece que es el verdadero motor para mantenernos sanos, y
nos obliga a pensarnos como en clase presencial (con las medidas de seguridad
que sean pertinentes a la sazón), abierta (con la asistencia de espectadores
debidamente distanciados) o, más ambiciosamente, con el deseo de lanzar al
mundo nuestra Puesta en Escena nro. 47, desde la cual seguir transmitiéndonos y
transmitiendo un mensaje de fe creativa, capaz de solidarizarse con aquel que aún
confíe en una transformación positiva de la realidad.
Gustavo Manzanal
28 de mayo
La humanidad se ha detenido. El teatro, como otros tantos frentes, paga las consecuencias. Lo mismo la educación. Lo único que se vuelve imprescindible (eso está descontado) es SALVAR VIDAS (los países que han puesto su mira en otro lado pagan las consecuencias minuto a minuto, o peor, sus ciudadanos las pagan).
Pero el elenco de TeTeBA que ha venido trabajando últimamente no se ha quedado quieto. Junto a Diego Solari conducimos los encuentros virtuales, plagados de alternativas, de esmeros, de intentonas pese a todo, de esperanzas (vale la pena citar el último texto de nuestra última función, expresado admirablemente por Adrián Porra: "...la esperanza es la gran madre, la tierra prometida, la patria protectora, el amigo fiel, la belleza inigualable, el ramo primaveral, la estela fugaz. La esperanza es el gran invento de la poesía, y lo increíble, lo sensacionalmente humano, es que la poesía inventó la esperanza negándola, sí, negando que haya algo digno de esperarse, o es o no es, nunca va a ser…").
Y avanzamos sobre la idea del festejo, que no será en fecha exacta, claro (30 de junio), pero que albergamos el entusiasmo pueda acontecer en la 2da. parte del año. Y consistirá en una especie de inauguración de género, además: algo así como 'radioteatro de imagen'. Para ello hemos seleccionado momentos de nuestros últimos once montajes (los que además cuentan con una interesante calidad fílmica, merced generalmente a los aportes invalorables de Fernando de Blas), y durante su proyección los roles expuestos serán interpretados en vivo, desde una mesa de acciones, por los actores tetebanos, quienes además apoyarán con sonidos y ambientes, a la vez que se podrán escuchar los momentos de las Bandas Sonoras originales sonando a los efectos.
Solamente imaginarlo nos llena de bríos, nos permite un intercambio que, a estas alturas, me parece que es el verdadero motor para mantenernos sanos, y nos obliga a pensarnos como en clase presencial (con las medidas de seguridad que sean pertinentes a la sazón), abierta (con la asistencia de espectadores debidamente distanciados) o, más ambiciosamente, con el deseo de lanzar al mundo nuestra Puesta en Escena nro. 47, desde la cual seguir transmitiéndonos y transmitiendo un mensaje de fe creativa, capaz de solidarizarse con aquel que aún confíe en una transformación positiva de la realidad.